viernes, 24 de agosto de 2018

Remedio para la felicidad

La perra se recostaba, cada día, sobre la alfombra del portal. El viejo la miraba desde la sala, pensando en sus propias desgracias. La vieja sufría, al verlo tan desgraciado. Un día, en la madrugada, la vieja hizo un pacto con el diablo. Al otro día, el viejo despertó convertido en perro. La vieja y la perra se fueron a caminar, y caminaron, hasta caer desfallecidas, en algún camino olvidado.

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