sábado, 25 de agosto de 2018

La burbuja

Había un pececito en una burbuja de cristal. Cada día daba millones de vueltas, recorriendo los pocos centímetros de aquel diminuto habitáculo. Podía ver a las gaviotas posarse todos los días en la ventana. Un día pidió un deseo. La burbuja se rompió y salió volando, hacia afuera, hacia la ventana. Una gaviota se posó y, de un mordisco, se lo comió.

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