sábado, 22 de septiembre de 2018

Vivieron felices para siempre


Aquella rana sabía que no se convertiría jamás en un príncipe, pero iba, cada noche, a ver a la princesa, a la misma hora, y eso la deleitaba. Ella peinaba su larga cabellera, soñando quien sabe cuantas cosas. Un día  apareció el hada madrina y les concedió un deseo a los que estaban en aquel lugar, a la misma hora (la rana y la princesa). La princesa se convirtió en rana, al fin pudo hartarse todo lo que quería, comiendo todas las moscas que pudiera. La rana se convirtió en príncipe, y pasaba todas las noches, peinando hasta el amanecer, su larga y hermosa cabellera…vivieron  felices para siempre.

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