miércoles, 12 de septiembre de 2018

El negocio


Oyó el mensaje de la máquina contestadora y salió a toda prisa. Había estado esperando todo el día por ello. Se aproximó a la esquina acordada. Eran las 3 de la madrugada y, por lo tanto, no había nadie en la calle. Se oyó un sólo tiro. Su cuerpo sin vida cayó al suelo. De su bolsillo salió el sobre. La mano que sostenía el revolver, abrió el sobre y contó los billetes, todo estaba intacto. El negocio resultó perfecto.

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