La mujer estaba parada en la habitación, justo delante de su esposo, viendo su respiración. Recordó todo lo que había sufrido a su lado. Cuando el hombre despertó, vio mucha sangre a su alrededor. La mujer yacía a su lado, muerta, con un pedazo de carne en la boca. Al mirar hacia su propio pecho, lo encontró vacío. Le habían arrancado el corazón.
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